julio 30, 2008

Cómo llamar a la persona que usa un objeto de diseño?

El diseño siempre ha tomado prestados términos de otras disciplinas para complementar su escasa teoría. Algo que siempre me ha molestado es la apropiación de términos poco adecuados para denominar a la persona que usa los objetos de diseño, en diseño el término más habitual es usuario. Hay cierta controversia si este es el mejor término para denominar a esa persona (después de todo, en inglés user es sinónimo de una persona que usa drogas). Aunque sin duda es mejor que muchos de los términos que andan flotando por ahí:

1. Espectador: tal vez el término más despectivo que puedes usar para referirte a un usuario, pues implica que la persona es completamente pasiva ante el contenido que se le presenta. No es de sorprenderse que se use para referirse a los televidentes.

2. Lector: un poquito mejor que el anterior, pues implica que el usuario pone algo de su parte para comprender un mensaje. Sin embargo, todavía asume que no hay una reacción ante el mensaje.

3. Target: me dan escalofríos cuando leo esta palabra fuera del contexto indicado. Hay ciertas disciplinas—como el marketing—en las que es indispensable hacer una generalización para agrupar ciertos tipos de usuarios de características similares. En el diseño muy rara vez se tiene que hacer esto. Cuando tengas la tentación de escribir "target" considera si es justificable que tus usuarios pierdan el rostro y los agrupes en masas grises. El diseño va al revés: un usuario modelo representa las características de un grupo de personas.

4. Consumidor: aunque es un término válido, se abusa de él. En una tienda no solo hay consumidores, está el esposo que acompaña a su pareja a comprar un vestido, el proveedor, el cajero, etc. Si piensas solo en consumidores estás perdiendo el panorama mucho más amplio y rico que acompaña cualquier espacio de ventas u objeto de diseño. También deberás pensar en los no-consumidores.

5. Cliente: en el diseño no se usa la palabra cliente para describir al usuario final, pues crea confusión con la persona que te contrata para producir un objeto de diseño.

6. Público: implica que hay un emisor y muchos receptores. Es válido solo sí estás trabajando en medios masivos.

También hay que tener cuidado con términos del contexto en el que estás trabajando. Si trabajas para un hospital, puedes tener la tentación de llamar a tus usuarios pacientes, o alumnos en el caso de una escuela. Pero, de nuevo, estás perdiendo la vista panorámica, pues rara vez estarás diseñando para un grupo de usuarios tan angosto. Aunque sí puedo pensar en un término válido: ciudadano, en el caso de que trabajes para el gobierno o en un contexto legal.

Las críticas al término usuario van al son de que es un término que abstrae a una persona real, quitándole autenticidad y humanidad. A mi me parece algo exagerado, pues sí es necesario cierto grado de abstracción. Me recuerda una cita de un diseñador industrial (no recuerdo quién) que decía algo así como:

Puedes fabricar una palanca perfectamente ergonómica si tomas la mano de alguien y le pides que apriete un molde de plastilina. Pero en tal caso, sólo será perfectamente ergonómica para esa persona, y en la posición en la que sujetó el molde.

Así pues, si diseñamos para una sola persona en un contexto específico, estamos creando una solución de aplicación extraordinariamente limitada.

Tomado de Duopixel

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